Luis Bustamante Robin; Jose Guillermo Gonzalez Cornejo; Jennifer Ponce Ponce; Francia Carolina Vera Valdes; Carolina Ivonne Reyes Candia; Mario Alberto Correa Manríquez; Enrique Alejandro Valenzuela Erazo; Gardo Francisco Valencia Avaria; Alvaro Gonzalo Andaur Medina; Carla Veronica Barrientos Melendez; Luis Alberto Cortes Aguilera; Ricardo Price Toro; Julio César Gil Saladrina; Ivette Renee Mourguet Besoain; Marcelo Oyarse Reyes; Patricio Hernández Jara; Demetrio Protopsaltis Palma; Ricardo Matias Heredia Sanchez; alamiro fernandez acevedo; Soledad García Nannig; Paula Flores Vargas; Katherine Alejandra Del Carmen Lafoy Guzmán
|
retrato de jean jacques |
Archi-canciller del Imperio
Príncipe-archi-tesorero.
Charles François Lebrun, duque de Plasencia, príncipe del Imperio (19 de marzo de 1739- 16 de junio de 1824) hombre de Estado francés.
Nació en Saint-Sauveur-Lendelin. Cuarto hijo de Paul Lebrun (23 de marzo de 1708 † 14 de junio de 1782), pequeño propietario-operador (para quien comprará en 1777 la oficina del secretario del rey cerca del parlamento de Grenoble) y Louise Le Crosnier (17 de junio de 1710 -18 de abril de 1783), Charles-François es educado como sus otros siete hermanos por un abad y un pariente que les da las bases de una instrucción, antes de enviarlo al colegio de Coutances, luego al Colegio de Grassins , componente de la antigua Universidad de París, que acoge principalmente a los jóvenes de la diócesis . Aprendió latín , griego , italiano , español e inglés , idiomas que hablaba con fluidez a los 20 años. Luego continuó estudiando filosofía en el Colegio de Navarra , otro componente de la Universidad de París. Descubriendo Montesquieu, desea fervientemente estudiar la constitución del reino de Gran Bretaña. Para esto, partió en un largo viaje que lo llevó a Bélgica , Holanda y finalmente llegó a Inglaterra en 1762 . Asiste regularmente a las sesiones del Parlamento y aprende a apreciar este sistema que le hubiera gustado poder adaptar a Francia .
De vuelta en Francia, comenzó a estudiar derecho con el profesor Lorry, quien lo presentó al primer presidente del Parlamento de París , René Nicolas de Maupeou , por quien fue contratado como tutor para su hijo mayor. Durante este tiempo, tradujo la Ilíada de Homero , más tarde también tradujo la Odisea.
En 1762 hace su primera aparición como abogado en París. Lleno sucesivamente los cargos de censeur du Roi (1766) y de inspector general de los dominios de la corona (1768); era también uno de los principales consejeros del canciller Maupeou, participó en su lucha contra el parlemento, y compartió en su caída en 1774.
Se dedicó entonces a la literatura, y tradujo Jerusalén liberada de Tasso (1774) y la Ilíada (1776).
A comienzos de la Revolución francesa, previó la importancia del acontecimiento, y en el Voix du citoyen, que él publicó en 1789, predijo el curso que los acontecimientos tomarían. En la Asamblea constituyente, donde fue electo como diputado para Dourdan, él profesó opiniones liberales, y propuso varias leyes financieras. Se convirtió en el presidente del directorio de Sena-Oise, y en 1795 fue elegido como representante al Consejo de Ancianos. Después del golpe de estado del 18 de Brumario en el año VIII (9-10 de noviembre de 1799), Lebrun fue designado como el tercer cónsul. En este cargo tomó parte activa en la reorganización de las finanzas y la administración de los departamentos de Francia. En 1804 fue designado tesorero de las arcas del Imperio, y en 1805-1806 como gobernador general de Liguria tras su anexión a Francia.
Se opuso a la restauración de Napoleón de la nobleza, y en 1808 sólo de mala gana aceptó el título de duque de Plasencia. Después fue empleado en la organización del departamento que fue formado en Holanda, de la cual seria el gobernador general de 1811 hasta 1813. Aunque hasta cierto punto opuesto al despotismo del emperador, no estuvo a favor de su deposición aunque aceptara la restauración borbónica.
Luis XVIII lo convirtió en un par de Francia; pero durante los Cien Días aceptó de Napoleón el puesto de Gran maestro de la universidad. Tras la vuelta de los borbones en 1815 fue suspendido de la Casa de Pares, pero fue reincorporado en 1819. Murió en Saint-Mesmes en 1824.
Nació en Saint-Sauveur-Lendelin. Cuarto hijo de Paul Lebrun (23 de marzo de 1708 † 14 de junio de 1782), pequeño propietario-operador (para quien comprará en 1777 la oficina del secretario del rey cerca del parlamento de Grenoble) y Louise Le Crosnier (17 de junio de 1710 -18 de abril de 1783), Charles-François es educado como sus otros siete hermanos por un abad y un pariente que les da las bases de una instrucción, antes de enviarlo al colegio de Coutances, luego al Colegio de Grassins , componente de la antigua Universidad de París, que acoge principalmente a los jóvenes de la diócesis . Aprendió latín , griego , italiano , español e inglés , idiomas que hablaba con fluidez a los 20 años. Luego continuó estudiando filosofía en el Colegio de Navarra , otro componente de la Universidad de París. Descubriendo Montesquieu, desea fervientemente estudiar la constitución del reino de Gran Bretaña. Para esto, partió en un largo viaje que lo llevó a Bélgica , Holanda y finalmente llegó a Inglaterra en 1762 . Asiste regularmente a las sesiones del Parlamento y aprende a apreciar este sistema que le hubiera gustado poder adaptar a Francia .
De vuelta en Francia, comenzó a estudiar derecho con el profesor Lorry, quien lo presentó al primer presidente del Parlamento de París , René Nicolas de Maupeou , por quien fue contratado como tutor para su hijo mayor. Durante este tiempo, tradujo la Ilíada de Homero , más tarde también tradujo la Odisea.
En 1762 hace su primera aparición como abogado en París. Lleno sucesivamente los cargos de censeur du Roi (1766) y de inspector general de los dominios de la corona (1768); era también uno de los principales consejeros del canciller Maupeou, participó en su lucha contra el parlemento, y compartió en su caída en 1774.
Se dedicó entonces a la literatura, y tradujo Jerusalén liberada de Tasso (1774) y la Ilíada (1776).
A comienzos de la Revolución francesa, previó la importancia del acontecimiento, y en el Voix du citoyen, que él publicó en 1789, predijo el curso que los acontecimientos tomarían. En la Asamblea constituyente, donde fue electo como diputado para Dourdan, él profesó opiniones liberales, y propuso varias leyes financieras. Se convirtió en el presidente del directorio de Sena-Oise, y en 1795 fue elegido como representante al Consejo de Ancianos. Después del golpe de estado del 18 de Brumario en el año VIII (9-10 de noviembre de 1799), Lebrun fue designado como el tercer cónsul. En este cargo tomó parte activa en la reorganización de las finanzas y la administración de los departamentos de Francia. En 1804 fue designado tesorero de las arcas del Imperio, y en 1805-1806 como gobernador general de Liguria tras su anexión a Francia.
Se opuso a la restauración de Napoleón de la nobleza, y en 1808 sólo de mala gana aceptó el título de duque de Plasencia. Después fue empleado en la organización del departamento que fue formado en Holanda, de la cual seria el gobernador general de 1811 hasta 1813. Aunque hasta cierto punto opuesto al despotismo del emperador, no estuvo a favor de su deposición aunque aceptara la restauración borbónica.
Luis XVIII lo convirtió en un par de Francia; pero durante los Cien Días aceptó de Napoleón el puesto de Gran maestro de la universidad. Tras la vuelta de los borbones en 1815 fue suspendido de la Casa de Pares, pero fue reincorporado en 1819. Murió en Saint-Mesmes en 1824.
Vice-Condestable de Francia
Louis Alexandre Berthier, Príncipe de Neuchâtel (20 de febrero de 1753 - 1 de junio de 1815), Mariscal de Francia, vice-Condestable de Francia desde 1808 y Jefe de Estado Mayor del Ejército de Francia, nació en Versalles y fue amigo personal de Napoleón.
Desde muy niño Berthier aprendió el arte militar gracias a su padre, Jean Baptiste Berthier, un oficial del cuerpo de ingenieros del ejército francés. Cuando tenía diecisiete años comenzó a servir en dicho cuerpo, pero pronto sería trasladado al estado mayor central y a los dragones del Príncipe de Lambesq. En 1780 fue destinado a Norteamérica con Rochambeau, como miembro del estado mayor del Marqués de La Fayette en la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos. A su regreso, habiendo logrado el ascenso a coronel, sirvió en varios puestos de Estado Mayor y en una expedición en Prusia.
Al estallar la Revolución francesa Berthier era el Jefe de Estado Mayor de la Guardia Nacional de Versalles, de manera que se vio encargado de proteger las estancias reales y a la familia de Luis XVI, organizando la fuga de las tías del Rey en 1791.
En las campañas de 1792 Berthier sirvió con el Mariscal Nicolás Luckner, distinguiéndose en Argonne junto a Dumouriez y Kellermann en el puesto de jefe de estado mayor. Se le asignó un nuevo destino para sofocar la Guerra de la Vendeé (1793-1795), donde se distinguió con honor. Sus méritos de guerra le valieron el ascenso a general de división y el nombramiento como Jefe de Estado Mayor del Ejército de Italia en 1796. En esta campaña Berthier comenzará a trabajar con el hombre bajo cuyas órdenes alcanzaría el máximo prestigio y gloria: Napoleón Bonaparte.
La inagotable capacidad de Berthier para el trabajo, su exactitud, la comprensión rápida de las tácticas y estrategias de su comandante, combinadas con su experiencia y meticulosidad, lo convirtieron en el jefe de estado mayor ideal para un hombre como Napoleón, que hizo de él su mano derecha. Tras las apabullantes victorias francesas sobre la Primera Coalición, en concreto sobre los austriacos, Berthier recibe de Bonaparte el mando del Ejército tras el Tratado de Campo Formio. Desde este puesto ordena ocupar Roma en 1798 y comienza a organizar la nueva República Romana en los territorios de los antiguos Estados Pontificios.
Escudo de amas de Berthier, Mariscal de Francia y príncipe de Neuchâtel. |
Sin embargo, los proyectos de Napoleón van mucho más allá de esta reforma en Italia y solicita a Berthier para el puesto de jefe de Estado Mayor en su nueva campaña, la campaña de Egipto. Así, Berthier renuncia a su cargo en Italia y se reincorpora a filas al lado de Bonaparte.
Pese a los éxitos iniciales de la expedición egipcia, Napoleón acaba aceptando la imposibilidad de mantener el control del país tras el desastre naval de Aboukir y organiza en secreto su huida a Francia. Dejando al general Kléber al mando del Ejército de Egipto, el futuro emperador informa a Berthier, Murat y Desaix de sus planes y todos ellos burlan el bloqueo inglés llegando a costas francesas a bordo de la fragata Muiron. Conocedor de la inestabilidad del gobierno, Napoleón planea junto a sus hermanos José y Luciano, Joachim Murat y el propio Berthier el golpe de estado de 18 Brumaire. Tras el éxito del mismo y la creación del Consulado, Berthier recibe el Ministerio de Guerra.
Este hecho hace estallar la guerra de la Segunda Coalición, para la cual Berthier es nombrado Comandante Titular del Ejército de Reserva. Desde dicho puesto participa en la decisiva y victoriosa batalla de Marengo, donde será herido. Pese a ostentar oficialmente el título de comandante, la realidad fue que el Primer Cónsul Napoleón dirigió las tropas en el teatro de operaciones y el leal Berthier hizo las veces de jefe de estado mayor. Tras el fin de la guerra Napoleón otorgó a su lugarteniente nuevas responsabilidades civiles y diplomáticas. En virtud de ellas viaja a España, donde negocia y finalmente firma el 1 de octubre de 1800 el tratado de San Ildefonso, por el cual España cedía a Francia toda Luisiana.
Tras proclamarse Emperador, en mayo de 1804 Napoleón concede a Berthier el título y los honores de Primer Mariscal del Imperio Francés y lo condecora con la Legión de Honor. Siempre al lado de su maestro, Berthier participó en las campañas de Austerlitz, Jena y Friedland, recibiendo en todas ellas honores militares. Fue hecho Duque de Valengin en 1806, luego Príncipe soberano de Neuchâtel y sólo un año después, en 1807, Napoleón aumentó sus privilegios nombrándolo Vice-Condestable de Francia (dejando su cargo de Ministro). En 1808 sirvió en la Guerra de la Independencia española, pero volvió a ser reclamado para el estado mayor del Emperador durante la guerra contra la Quinta Coalición en 1809. Estuvo a punto de morir en la batalla de Wagram cuando la metralla disparada por un cañón mató a su caballo y lo derribó, pero salió ileso, exigió otra montura y continuó con sus funciones durante el combate. Como premio por su valor Napoleón le dio el título de Príncipe de Wagram y le permitió desposarse con María de Baviera, sobrina del duque Guillermo, gobernante de dicho Estado.
Siempre al lado de Bonaparte, Berthier marchó con Napoleón en la Campaña de Rusia, iniciada en 1812. Tras la toma de Moscú aconseja un rápido abandono de la capital, preocupado por la enorme dificultad de mantener estable la cadena de suministros que unían al grueso del ejército con sus bases en Polonia. Pero entonces, de forma inesperada, llega a Moscú un convoy de víveres (el único que alcanzaría su destino en toda la guerra) y esto anima a Napoleón a desoír el consejo de sus edecanes y a mantenerse en la ciudad para forzar a los rusos a firmar la paz. Al lado del Emperador, consigue salir de Rusia tras la Batalla del Berezina, dedicándose de inmediato a reorganizar el ejército para la Campaña de Alemania de 1813, donde de nuevo sería jefe de estado mayor. Sin embargo estamos ya ante el principio del fin de Napoleón, que volvería a ser derrotado en la Batalla de las Naciones debido a las sucesivas traiciones de sus hasta entonces aliados.
Quebrado el Imperio, austriacos, prusianos y rusos lanzan la invasión de Francia. Ayudado por Berthier, Napoleón reorganiza sus tropas y les sale al paso, derrotándoles en la Campaña de los Seis Días. Pese a estos triunfos, la "ragusada" del mariscal Auguste Marmont y la débil actuación de José Bonaparte, quien rinde París, prácticamente culminan la derrota francesa. Como consecuencia, varios mariscales de Napoleón se reúnen en Fontainebleau y redactan un texto en el que exigen su abdicación. Finalmente éste se rinde y acepta exiliarse en Elba; como consecuencia, Berthier se retiró también a su pequeño estado, de 600 acres de tamaño. En este breve periodo disfrutó de varios meses de paz y sosiego, empleando su tiempo practicando la cetrería y la escultura.
Sin embargo, al producirse la Restauración de 1814, Berthier es llamado por Luis XVIII, con quien se reconcilia en Compiègne. El día de la entrada del nuevo monarca en París es Berthier quien cabalga abriéndole camino. Agradecido por el gesto, el rey Borbón le concede el título de Par de Francia y le mantiene todos sus honores.
Pese al exilio, los agentes de Napoleón contactan con Berthier y le informan de sus planes de fuga. Sin embargo Berthier guarda silencio y se mantiene a la espera. Esta vacilación le granjeó una doble desconfianza: por un lado la de Napoleón, que esperaba su ayuda, y por otro la del propio Luis XVIII, que esperaba una declaración de apoyo. Cuando finalmente Napoleón desembarca en suelo francés Berthier no acude a recibirle. Más entristecido que enfurecido, Napoleón borra su nombre de la lista de los mariscales. Al enterarse del castigo impuesto por parte de su antiguo amigo, Berthier sufre una profunda depresión y se retira a sus posesiones de Bamberg con su familia. El día 1 de junio cae desde una ventana del tercer piso de su castillo, perdiendo la vida en el acto.
Las causas de este súbito fallecimiento no están claras. Muchas fuentes dicen que fue asesinado y otras que él mismo se quitó la vida. Sí se sabe que uno de los objetivos de los invasores era impedir a toda cosa el reencuentro de Berthier con Napoleón. Los historiadores manejan dos hipótesis: Berthier podría haberse quitado la vida en pleno ataque depresivo, o bien se habría suicidado para evitar su captura por parte de los monárquicos y sus aliados extranjeros, que pretendían utilizarlo como medio para chantajear a Napoleón. Por otro lado, en tiempo de su muerte se dijo que había sido víctima de un crimen de estado perpetrado por los enemigos del Emperador, que para evitar su reconciliación decidieron asesinarlo. Enterado de su muerte, Napoleón estalló en llanto y exclamó: «¡Berthier muerto! ¡Berthier no! ¿Dónde están mis edecanes? ¿Dónde están Duroc, Lannes, Bessières, Desaix...? ¿Dónde está mi Berthier? Todos se han ido, y yo tengo que seguir solo...»
A la hora de hacer una valoración histórica de su carrera lo justo es decir que Berthier era un militar muy competente, pero no un brillante estratega. De hecho, durante la campaña de Baviera en 1809 su ejército sufrió varios retrasos que pudieron costar muy caros al Imperio. Aunque Berthier existió a la sombra de su maestro, el propio Napoleón reconocía que solo Berthier lograba entender sus deseos al pie de la letra y cumplirlos hasta el más mínimo detalle. De hecho, tras la batalla de Waterloo, Napoleón reflexionaría muchas veces acerca de su fatal desenlace y culparía de la derrota a la pésima gestión de su cadena de mando, de manera que siempre acababa sus reflexiones con el mismo lamento: «Ah, si solo hubiese tenido a Berthier... ¡de qué gran victoria estaríamos hablando!».
Su nombre está inscrito junto al de todos los grandes mariscales napoleónicos en el Arco del Triunfo de París.
Senado Conservador
Albert_Gregorius_-_Portrait_de_Charles_A._Chasset |
El Senado Conservador fue establecido por la Constitución del Año VIII de la República Francesa (entró en vigencia el 25 de diciembre de 1799, antes de su promulgación el 7 de febrero de 1800) ( Consulado ). A diferencia del Tribunado y el Cuerpo Legislativo, las asambleas legislativas del Consulado, el Senado Conservador no tiene ningún papel en el proceso legislativo. Por otro lado, tiene dos grandes poderes electivos y constitucionales. La Constitución del año X y la Constitución del año XII (18 de mayo de 1804), estableciendo el Imperio, fortalecen su importancia.
Este primer Senado tiene solo sesenta miembros inamovibles, de al menos cuarenta años, a los que se agregarían, a razón de dos miembros adicionales cada año durante diez años, para unos veinte miembros adicionales.
Los miembros del Senado son nombrados de por vida y son inamovibles. Su número se fija en ochenta por la constitución del año VIII. Los primeros sesenta son nombrados de inmediato, mientras que se espera que los últimos veinte se unan, dos por año, durante los siguientes diez años. Es responsabilidad del Primer Cónsul, el Tribunato y el Cuerpo Legislativo proponer los candidatos.
La constitución del año X aumenta el control del Primer Cónsul sobre el reclutamiento: le corresponde a él presentar una lista de tres nombres para cada uno de los catorce nuevos senadores que completan de inmediato la asamblea, con la idea de difundir estos nombramientos por más de diez años siendo abandonado; él también tiene derecho a nombrar al Senado como lo considere conveniente, con las únicas limitaciones que son la edad del beneficiario (al menos cuarenta años) y el tamaño de la asamblea (máximo de ciento veinte miembros).
El Senado napoleónico se mudó a Luxemburgo y se sentó en la parte central del edificio, organizado en un semicírculo por Chalgrin , el arquitecto del Palacio. "Las sesiones, dice la Constitución, no son públicas". El primer Senado conservador da la bienvenida a ex miembros de asambleas revolucionarias ( François de Neufchateau , Garat , Lanjuinais ), pero también a científicos ( Monge , Lagrange , Lacépède , Berthollet ), filósofos ( Cabanis ) o el explorador Bougainville y el pintor Vien , miembro del Instituto.
La misión del Senado es garantizar la constitucionalidad de las leyes: es el "conservador de la Constitución" y, como tal, puede votar en contra de la promulgación de un texto votado por el Cuerpo Legislativo.
Es el Senado el que selecciona a los miembros de las otras dos asambleas en una llamada lista de fidelidad nacional, que incluye aproximadamente un hombre adulto en mil (o aproximadamente 6,000 nombres). También nombra a los jueces de casación y los comisionados de contabilidad, siempre de esta misma lista. Durante el Consulado, le corresponde designar a los Cónsules; bajo el Imperio, puede que tenga que elegir un regente, o incluso un nuevo Emperador si el titular de la oficina muere sin heredero directo
El Senado actúa mediante decretos que toman el nombre de senatus-consultes.
La consulta ordinaria del Senatus permite la disolución del Cuerpo Legislativo o del Tribunato, la suspensión de jurados o el estado sitio en los departamentos
senado consulto orgánicos, cuya adopción requiere una mayoría de dos tercios, arreglan "todo lo que no estaba previsto en la Constitución y que es necesario para su progreso". Es a través de ellos que el Senado "explica los artículos de la Constitución que dan lugar a diferentes interpretaciones" (art. 54 de la Constitución del año X).
Composición
El Senado consta de:
1.-los príncipes franceses (príncipes de la familia imperial ) han llegado a su 18 años;
2.-los de las grandes dignidades del imperio ;
3.-80 miembros nombrados en la presentación de candidatos elegidos por el Emperador, en las listas formadas por los colegios electorales de los departamentos;
4.- Ciudadanos que el emperador considera adecuados para elevar a la dignidad del senador.
Hay dos comités en el Senado, cada uno compuesto por siete miembros, uno para la libertad individual y el otro para la libertad de prensa .
El palacio del Luxemburgo está ubicado en el VI Distrito de París, Francia. El palacio, sede del Senado francés, fue construido por el arquitecto Salomon de Brosse para María de Médici entre 1615 y 1627. Sufrió numerosas ampliaciones y recortes a lo largo de su historia, y el diseño actual corresponde en su mayor parte a las obras realizadas por el arquitecto Jean-François-Thérèse Chalgrin durante el Primer Imperio francés. Fue recortado con posterioridad por las obras de urbanización periféricas del barón Haussmann. El palacio anexo, Petit Luxembourg, se construyó en la misma época y es, desde 1825, la residencia de los presidentes del Senado francés. |
continuación
hoy nace una nueva etapa de mi vida, de un abogado profesional
ResponderEliminar